martes, 9 de setiembre de 2008

El miedo

Este es uno de mis artículos que habla del miedo, va en 2 partes, la primera, la que publico ahora es “La huida”, la segunda que se publicara en un tiempo indeterminado es “El enfrentamiento”. Bueno saludos, espero que les guste.









El miedo (Primera parte)

La huida

Corro deprisa, busco atravesar esa puerta que esta al final del camino. La luz del otro lado de la puerta se cuela por sus rendijas, dejando tenuemente iluminado el pasillo. Mientras me acerco los gritos de atrás se van quedando sordos. Es inmenso y creciente el alivio que voy sintiendo.
Aunque avanzo rápidamente siento que el camino se hace eterno. Dentro de tanta desesperación por llegar, empiezo a pensar en que algo tiene que ir mal, no puede ser tan fácil el escape, no me puedo aliviar tan rápido, estuvo a punto de matarme, no me va a dejar ir tan fácil, pensando en esto tropiezo con nada y caigo golpeando el suelo con un ruido que queda tapado por los gritos que ahora se vuelven mucho mas fuertes. Desde el suelo miro hacia atrás y todo queda quieto menos el brillo de una figura lejana que se acerca con gran velocidad dentro de una inmensa oscuridad. Quedo totalmente paralizado, mi mente quiere moverse, pararse y seguir corriendo, pero mis músculos congelados no les responden. Con gran esfuerzo junto las pocas fuerzas que tengo y logro girar la cabeza, miro nuevamente hacia adelante, hacia el final del pasillo, ya estaba cerca, faltaban tan solo unos pocos metros y la puerta seguía allí, con esa luz que se escapaba por la rendija que ahora iluminaba mi cara. No se si fue el dejar de ver a esa figura o la luz iluminando mi rostro lo que logro descongelar mis músculos, talvez la suma de ambas, pero deje de pensar en el instante y me pare para empezar a correr otra vez.
Ya estoy muy cerca de la puerta, pero siento que la distancia entre mi y esa figura brillante que me persigue es más pequeña, los gritos aturden mis oídos, desesperado estiro una mano para agarrar el pestillo, pero antes de alcanzarlo siento como algo agarra mi pierna, no me animo a mirar hacia atrás, tengo miedo a quedarme paralizado de nuevo, junto las fuerzas que no tengo para llegar a la puerta y para mi sorpresa lo logro, agarro el pestillo con fuerza mientras siento que tiran de mi pierna, lo giro y abro la puerta de un tiron. Queda todo en silencio, la luz que entra ahora por la habitación al otro lado de la puerta atraviesa el pasillo dejándolo totalmente iluminado, al instante siento como mi pierna queda liberada, con toda la luz sobre mi cuerpo siento como vuelve mi fuerza, me animo a mirar hacia atrás, pero ya no distingo nada, solo un pasillo iluminado completamente, ahora no se si lo imagine o si estaba ahí y desapareció, pero se que huí, no logre vencer el miedo y es solo cuestión de tiempo tener que enfrentarlo de nuevo.